LET THERE BE ROCK (IV)

Caminar por esta parte de la ciudad no es algo que acostumbrará, todo esta lleno de locales de comida, con sus respectivos contadores de calorías en las cajas, pasamos un par de centros habitacionales de esos que la gente no necesita salir de su edificio para casi nada, pasamos un local con perros al vapor, pasamos un centro deportivo lleno de yoguis como los amigos de Johan, jaja de recordar sus caras me gana la risa, después de pasar un par de centros comerciales más llegamos a Villa Amanecer Segunda Sección, que es donde está mi casa.

Pues estábamos en que llegamos a mi casa, yo y Anabel se entiende, antes de entrar le digo:

-¿Y tu como sabes lo que iba a pasar y que tenia el disco?
-No sabia lo que iba a pasar, sólo sabía que tenías el disco, nunca pensé que fueras tan estúpido para arriesgarte así.
-Se lo merecían! Viste sus caras? …Jaja, bueno…. Pero entonces ¿cómo sabías del disco?
-Verás tengo que contarte algo, yo soy de la UAMEA……(Unión Anti Mercantilismo Extremo Americano)
(aquí va una pausa dramática)
-La UAMEA??? Pensé que había dejado de existir hace 30 años y que sólo era un cuento de abuelitas.

“Unión Anti-Mercantilismo Extremo Americano o UAMEA, es como se conoce a la oposición reaccionaria y violenta al gobierno de Humberto Alfredo de Jesús Ramírez Concepción López de La Serna (2177-2185), gracias a la movilización oportuna de la junta de la ConfAmec el conflicto no pasó de ser una pequeña rebelión de un par de provincias…. la acción militar……..a partir de entonces la UAMEA forma parte del inconciente colectivo como sinónimo de rebelde reaccionario y violento..” segmento de Entrenador de Perros #875, publicación quincenal.

-Pues en parte, ahora no somos ni la mitad de lo que era antes, todo lo que queda son unos cuantos veteranos y nosotros los hijos de los caídos. Como verás no podemos hacer pública nuestra posición como era antes…. Gong-zalez y Ber-lang son un par de guardias que se encargan de revisar todas las excavaciones que manda la ConfAmec, buscamos objetos como el que tú descubriste, ellos nos informaron del baúl y del disco.
-Yo pensé que sólo se trataba de un poco de mal gusto muy propio de los idióticos.
-No mi amigo, se trata de una obra de arte con mucho poder, tú viste como reaccionaron en tu trabajo, eso en manos equivocadas puede hacer mucho daño.

Guardo silencio, ¿qué querrá decir con eso de manos equivocadas?, ¿debería entregarle el disco? ¿Cómo confiar en ella? Es demasiado bonita para hacerme pensar mal, me gusta su mirada, tan llena de algo que no veía hace mucho tiempo, supongo que me quedé mirándola el tiempo suficiente para que me dijera:

-Entonces… ¿vas a poner tu cara en el libro-cara para que reconozca tu perfil o te vas a quedar como bobo mirándome?

Entonces pongo mi cara cerca del libro-cara, antes de usar la tecnología digital para la seguridad la usaban para el ocio, esos idióticos y sus ganas de no hacer nada de valor, imaginen miles y miles de horas desperdiciadas para escribir que no hacían nada…bueno ni tanto, el disco que nos trae hasta acá resulta ser no sólo una obra de arte primitivo como pensaba yo, resulta que puede ser un arma muy poderosa. Como sea al entrar a mi hogar le pido a Anabel que me espere en el sillón, y voy por el disco, no se si podré escucharlo otra vez así que me arriesgo y pongo la parte que corresponde a Dog Eat Dog en lengua bárbara. Salgo y digo:

-Antes de irnos deberíamos escucharlo otra vez.
-No podemos escucharlo todo, no creo que tarden mucho en venir a buscarte a tu casa.
-Bueno entonces sólo está parte.
-Esta bien, déjala, me encanta esta canción tiene toda la onda.
-Quieres decir que ya lo habías escuchado antes?

Su mirada llena de comprensión y su risa me dan a entender que dije algo fuera de lugar.

-Claro! En donde vivimos tenemos todos los discos de AC/DC y demás rock. Nos encantan, son nuestros himnos, nos levantan el ánimo, por eso nos interesa mantenerlos como parte de nuestro secreto.
-Pero no te parece que los demás deberían escuchar esto?
-Ja! ponlos a escuchar AC/DC y en seguida tendrás un disturbio que sólo costará vidas de inocentes.
-Supongo que tienes razón.

No hay más que decir, la verdad verla mover su cabello al compás de esos ritmos tan salvajes me quita las palabras de la boca, su cuerpo delgado pero fuerte y contorsionándose me provoca el frenesí que sentí la primera vez que escuché esto, carajo que mujer tan hermosa! La tomo por el brazo y la miro fijamente, las palabras resultan un estorbo en algunos momentos, así que acerca mi cara a la suya y ella se acerca, puedo sentir su aroma cerca de mi, su respiración cada vez más cerca y entonces…. ella rompe a reír. Ella dice:

-¿Qué intentabas hacer? ¿besarme? Jajajajajajajaja, ¡por favor!, me halagas pero creo que no eres mi tipo.

Una vez en la facultad de arqueología nos llevaron a ver una momia congelada, más o menos así me sentí después de su carcajada, supongo que tendré que seguirla hasta donde están los de la UAMEA.
Acaba la canción y digo “es momento de irnos”. Ella con su sonrisa de comprensión y diversión me dice: “vamos pues”. Salimos de mi casa. La luz solar empieza a menguar, lo cual le da un toque rojizo al cielo. Mi ánimo se encuentra decaído. Llevo el disco bajo el brazo y la sigo sin hablar. Frustración no es la palabra adecuada pero es la primera que me viene a la mente.
Ya en la calle ella dice:

-Sabes no pasa nada, todo fue un error no te sientas así, no quería hacerte sentir mal, sólo fue que no me lo esperaba.
-Está bien no pasa nada.

Miro el cielo rojo, antes no miraba el cielo tan seguido y desde ayer no puedo dejar de mirar las nubes y los colores del cielo, entonces le digo “anda pues vamos”, y ella me dice “tenemos que ir a la estación de Motores y Revistas Cristina, si de ahí nos bajamos hasta Ciudad Xuchintla”. Así pues caminamos de nuevo a la estación, no es un tramo largo, apenas 500 metros, todos los días tomaba el tres para ir a mi trabajo, ahora lo tomaré para huir de mi casa, así de rápido cambian las cosas.