ACERCA DE LOS SIMPSONS

Este post lleva rondando mi cabeza un buen rato, pero para ubicar al lector será necesario especificar algunas cosas. Yo fui criado por la televisión, si bien es cierto que me gustaba jugar, iba a la escuela y hasta tenía el raro hábito de leer, lo que realmente hacía la mayor parte mi tiempo cuando era niño era ver la tele. Como muchos de mi generación pasé horas y horas divirtiéndome con grandes caricaturas, desde la clásica animación americana heredera de Hannah-Barbera, hasta los primeros churros ánimes que pasaban por canales abiertos. También me aventaba varias películas los domingos, "La Venganza de los Nerds III" era de mis favoritas. En general la tv era mi pasatiempo favorito y con el tiempo llegaría una serie/caricatura que cambiaría para siempre la pantalla chica.

Cuando tenía unos 7 años en el mundo era 1994, en general la vida promedio mexicana pasaría de ver con ojos de añoranza el sueño americano a verlo como una realidad primermundistagraciasTLC....pero no fue así, la mayoría de la población sufrió (y sigue sufirendo) por tales prácticas económicas, pero el chiste no era hablar de esos "genios" de la macroeconomía, el punto es que la clase media mexicana tenía aspiraciones en el sueño americano de gringo de mall, y el constante bombardeo de la cultura popular estadounidense reforzaba tales aspiraciones. Durante los 80 nos llegaron todos los blockbusters clásicos: Indiana Jones, Star Wars, Volver al Futuro, ET, cualquiera de Tom Hanks, Duro de Matar, todas las de Rocky, todas las de Rambo, las sagas de Schwartzeneger (o como se escriba), etcéteraetcétera. La cultura gringa mediática de los 80 llegaba con un brillo de civilización, estabilidad, felicidad, progreso, felicidad, progreso, dinero, estabilidad y progreso. Entonces era un deber dejar de lado las costumbres ancestrales retrógradas y abrazar gustosos a Ronald McDonald con su revólver escondido debajo de esas mallas de payaso. La cultura gringa como arma de destrucción masiva, aunque hay que aclarar que por lo mismo, la cultura gringa ha dado grandes exponentes contraculturales que ayudan a mantener el equilibrio de la fuerza. La mayoría de estas expresiones siempre han tenido un caracter underground, pero de vez en vez dejan ver su nariz en el mainstream. Los Simpsons es de esas raras veces. Si bien es cierto que no se trata de un programa netamente contracultural si fue el punto de partida para entrarle a muchas ondas que de otro modo hubieramos tardado mucho en dar con ellas.

Pues en esas estabamos cuando en 1994 un canal de señal abierta decide pasar Los Simpsons, y todo cambió. Para empezar se trataba de caricaturas dirigidas a público adulto, algo pcoo convencional ya que la tradición dictaba que si se usaban "monitos" debía ser algo bobo para entretener a los chamacos. Los Simpsons tenían muchos chistes que un niño de 7-12 años podría no captar, ya ni siquiera digamos entender y hacer como que se ríe. Los Simpsons mostraban una familia americana muy alejada del sueño americano. Durante algunos años Bart Simpson era el terror de las madres de familia, esas como la esposa del Reverendo Alegría que para todo gritaban "es que nadie piensa en los niños?", Bart Simpson era en serio peligroso para los adultos porque mostraba a un niño no tan inocente y no tan manipulable, mostraba además, la clase de problemas serios que puede provocar este Daniel el travieso corregido y aumentado. Oh sí, Bart Simpson era como nuestro primo el mayor al que todo le queriamos copiar.

Los Simpsons eran sin quererlo nuestro primer acercamiento a un humor más trabajado, más negro y más absurdo. Las primeras dos temporadas son hechas específicamente para un público adulto, los chistes son finos, se encuentran plagados de pequeñas sátiras a la vida moderna. Las temporadas 3 y 4 son un puente, se comienza a experimentar con las situaciones y personajes, Homero se vuelve cada vez más una especie de tonto con gracia en vez del gordo repulsivo que era, los personajes secundarios cobran más vida y se vuelven recurrentes (como Lionel Hutz!, el abogado tranza por excelencia, por que ya no sale Lionel Hutz?). Las temporadas 5, 6 y 7 son la cumbre, el cenit, de ahí para abajo. La verdad es que cuando vi por primera vez esas temporadas tenía la impresión de que se trataba de algo grande, lo supe porque no paraba de reir, cada instante de cualquier capítulo de esas temporadas es risa garantizada, es un maratón de chistes, sátiras, burlas descaradas, humor negro, humor absurdo, si, si hay espacio para la historia y la reivindicación de nuestros tontos, pero esto nunca está encima de la gracia, las moralejas no se sienten forzadas y al final todos ganan. La fama llegaba al mundo amarillo y con la fama los aires de grandeza. Las temporadas 8, 9 y 10 tenían lo que nunca: capítulos aburridos, capítulos prescindibles, aun así en general se mantenía el nivel.

Las temporadas 11 a la 13 marcaban el declive, al parecer Matt Groening estaba más preocupado por Futurama, ya habían aparecido Padre de Familia y South Park, ambos definitivamente no existirían si no fuera por el éxito de los Simpsons, el público cambió, todos crecimos, y sin lugar a dudas después de 10 años es natural que hacer reír con la misma familia cueste más. A pesar de encontrarse en declive fueron capaces de darnos uno que otro capítulo memorable (de los últimos) una que otra frase recurrente en nuestra vida y momentos de cambio en la historia de la serie.


Las temporadas 14 a la 18 son terreno díficil, en serio amigos está es la decadencia total de lo Simpsons, aquí la discusión ya no es acerca de si hay capítulos buenos o regulares, es acerca de que tan aburridos son o si de plano son malos, ya no hay mesura en la estupidez, ya no se trabajan las historias, ya todo es moraleja forzada sobre un maratón de pendejadas sin sentido, chistes babosos que parecen salidos de Padre de Familia, y no es que no me guste Padre de Familia (o Family Guy mamones) de hecho me gusta por esa razón, usan chistes muy babosos y sin sentido, pero eso no es lo que hacían los Simpsons.

Con la película de Los Simpsons (10 años tarde si me preguntan) empieza una reestructuración, se quitan muchas pendejadas y a cada rato se invitan famosos, los capítulos se vuelven regulares, sólo son, ya no van a transformar nada ni a cambiar a nadie, tampoco sacarán grandes carcajadas, sólo sonrisas, Homero se transformó en el rey de la cursilería, Bart...bueno antes era cheveré, Lisa y Marge tienen su protagonismo pero ya poco importa, todo tiende hacia el estancamiento, se han vuelto tan grises que hasta Ned Flanders tiene protagonismo, NED FLANDERS!!! el rey de los ñoños!!!! ¿recuerdan ese viejo episodio en el que Marge hace que Tom & Daly se vuelvan una serie "más apta para niños"? ¿ y que se vuelven tan ñoños que hacen que todos los niños salgan a jugar en las calles? bueno pues eso le pasó a la familia amarilla.

Cuando llego a este punto del debate con mis amigos expertos en los Simpsons les digo que ya deberían dejar de ver los capítulos nuevos, que sólo se lastiman ellos mismos, que sólo esperan que vuelvan a ser como antes, que ya dejen morir a Los Simpsons, les digo "aceptémoslo, es como tu y yo, ya no tenemos la misma gracia que cuando tenemos 5 años, la neta ¿te laten los capítulos nuevos?" a lo que me generalmente me contestan "ps los veo por costumbre". En eso se han convertido, en una costumbre, supongo que para los escritores también. Pasaron de ser, como decía al principio, una barrera contra toda la gringuez, una buena crítica, a ser unos meros payasos de quinta, una marca que mantener, una costumbre que se hereda, en otras palabras: que pinche hueva!

Caso contrario con South Park, que ha tenido sus altibajos pero cada año patean tantos culos que se mantienen frescos. Con Padre de Familia pasa que no importa mucho el paso del tiempo, los personajes nunca son tan importantes como sus chistesillos, por eso han durado tanto. Si se fijan es el patrón que ya está pasando con uno de los shows que marcó a todos los de nuestra generación, los de Springfield son una colección de chistesillos, famosos y temas de actualidad. Mejor veamos Futurama.

Como verán soy un pinche clavado del tema, pero como ya dije al principio la tele me ha educado y es obvio que le dedique algo de tiempo, por su comprensión gracias muchas. Ahora un par de diálogos memorables de Homero, cuando no era taaaan pendejo:

(acerca de la tv)

-Tu crees que no lo deseo? pero es la televisión, no me deja, un programa bueno tras otro y cada vez más brillante y más fresco, si tan sólo cometieran un error y nos dieran treinta minutos de vida...pero no lo hacen, no lo hacen, no nos dejan vivir marge no nos dejan!

(acerca de la verdad)

-No sabes como es eso Marge. Yo soy el que va todos los días a ahí a romperse el alma. Yo no estoy fuera de lugar, tu estás fuera de lugar, todo el maldito sistema está fuera de lugar! ¿quieres la verdad? ¿quieres las verdad? tu no puedes manejar la verdad!! porque cuando se levanta la mano para tocar la cara de lo que fue tu mejor amigo y es un montón de basura, uno no sabe que hacer. Olvídalo Marge, esto es el barrio chino

(acerca de su filosofía de vida)

-Jamás Marge, jamás! Yo no puedo vivir una vida vacía como tu. Lo quiero todo, las perturbadoras altas, las terribles bajas, la gris mediocridad! Claro puedo ofender algunos recatados con mi arrogante paso y mi olor a almizcle, oh jamás seré el borreguito de los llamados ciudadanos modelos que enrollan sus lenguas y enchinan sus barbas y que deliberan que deben hacer con Homero Simpson.

(acerca de los viajes al espacio)

-No hay problema, siempre y cuando no nos envíen al planeta de los simios...un momento...la estatua de la libertad! era nuestro planeta! malditos! malditos sean!

(acerca del alcohol)

-por el alcohol, la causa y la solución de todos nuestros problemas

(acerca de la economía)

Homero-ah dinero, yo quería cacahuate
Cerebro de Homero-El dinero sirve para conseguir más cacahuate
Homero-explica como
Cerebro de Homero-El dinero se cambia por vienes y servicios

(acerca del alimento)

-Si el alimento al suelo a de caer, dádselo al idiota del pueblo, y no como no lo veo por aquí a seguir paleando muchacho.