sábado, 31 de julio de 2010

LET THERE BE ROCK (I)



Esta es mi historia. No es bella. No es conmovedora. No tiene final feliz (o eso creo). No tiene caso que la leas si quieres seguir creyendo en lo que crees, si buscas mucha acción y aventura vete a la siguiente choza. Si buscas un texto de historia te recomiendo que busques en tu biblioteca local, si lo que buscas es historia de verdad entonces pregunta por el archivo clasificado “Adolfo-Carlos-Dogma-Campos”, pero lo más seguro es que termines exiliado, quizás hasta siendo mi compañero de aldea. Si sigues leyendo quizás quiere decir que no te importe demasiado, lo cual es bueno.

Yo te lo advertí.

Es el 2205 y yo soy un arqueólogo especializado en la época que llamamos Idiocracia o Época Idiótica. Una verdadera edad oscura, donde al parecer las costumbres eran tan absurdas que la gente gastaba su tiempo consumiendo objetos sin ningún valor de uso aparente, hemos descubierto que la mayor parte de sus vidas giraban alrededor de incrementar algo que llamaban “cuentas bancarias”, consumían sus recursos naturales a un velocidad y con una urgencia que no comprendemos aun, además los muy estúpidos nos dejaron una crisis que no fue si no hasta el 2138 que se logró contrarrestar el pandemonium planetario, los muy idiotas vivían apegados a las máquinas de una manera obscena, no fue hasta el código Magón que se reglamentó el asunto. Además los imbéciles hablaban en inglés!!! una lengua bárbara según la tradición latina, todo se trataba en inglés, esa lengua que asemeja a los ladridos de los perros, hasta que llegamos nosotros a desbancarlos e instaurar la cultura clásica de nuevo. Parte de mi tarea es entender tanta estupidez.
Ya que has visto una excavación parece que has visto todas, y digo parece porque eso parecía cuando empecé en “otra excavación más de la época idiótica?, cada kremon siempre se parece a su krenji conductor jaja!”, eso último cortesía de mi jefe que en otras palabras se refería a que “las personas se parecen a su trabajo”. Ser arqueólogo en estos días se ha vuelto una tarea difícil, vivimos en una época donde la mayoría de los misterios de nuestra cultura pasada han sido descifrados para que no volvamos a repetir los errores del pasado, esa es la premisa sobre la cual se sustenta toda mi carrera, así que en todas las nuevas excavaciones es misión del arqueólogo que se convierta en la última, encontrar y revelarnos hasta el último secreto de tal o tal cultura con tal de no volver a cometer los errores, cuando un arqueólogo logra “cerrar la excavación” se convierte en una especie de héroe nacional.
Sin embargo yo llevo 15 años encerrado en la época idiótica y aún no he descifrado gran cosa, que si les gustaba algo llamado Internet, que si se emocionaban con mujeres más parecidas a esqueletos, que si comían toda clase de porquerías saturadas en sal, que si los ropajes debían ser poco duraderos y nada protectores, etc etc. Muchos datos idiotas y pocas respuestas valiosas. Otra excavación más es como un paso más al ridículo y si al finalizar el año no logro entregar algo concreto, seré candidato vivir en las reservas con los salvajes.

El quinto día de sacar runik tras runik de tierra y aún nada, estos antiguos idiotas no han dejado gran cosa. Sólo polvo, mucho concreto, mucho plástico, pero nada interesante, residuos del pasado con nombres que nada nos dicen, residuos de su comida que aún perduran, algo parecido a los panes pero lleno de una crema mortalmente grasosa, lo sorprendente es que los idióticos lograban hacer comida que durase casi para siempre pero no lograban hacer objetos funcionales que durasen más de una generación, como si tuvieran un afán por morir pronto.
Al sexto día parece que nos topamos con algo interesante, un baúl lleno de ilustraciones, lo podríamos hacer pasar como arte para los untmones del museo de Arte Antiguo SA. El baúl data de mucho antes de que la guerra Mult contra Ubisort por el control triqui desatara el hambre en el istmo, mucho antes de que Svenborgia tomara el liderato de la Unión Europea para hacerse del control del afriKanXtremis.
Las ilustraciones vienen como esos antiguos objetos llamados libros, uno las separa por la mitad y puede ver su interior, todas están en la lengua bárbara, contienen imagenes de gente primitiva y dibujos de algo parecido a los tigres cuando eran salvajes, muchas imágenes de cráneos, la mayoría parecen ser obras perecederas, se conservaron bien en el baúl. Al estarlas revisando se cayó un objeto redondo de una, es la única que tiene reyeno, es la que dice en la parte frontal , textualmente en lengua bárbara, "let there be rock", tiene unos seres humanos cargando unos objetos que no conocíamos, además de unos caracteres enormes que son como nuestras letras A, C, D, C junto a un caracter desconocido para nosotros que quizás nos de la clave de todo....

1 comentario:

  1. jeje está buena la idea, quizá te falta un poco pulir el estilo pero suena interesante tu idea. espero para leer la proxima parte.

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